Porque ya no te tengo cada amanecer se hace de noche, cada dolor es más intenso, cada pensamiento una tortura, cada evocación un tormento.
Sigo procurando navegar en tu recuerdo, notar tus manos bajo las mías, tu pelo entre mis dedos, tu sonrisa ante mis ojos.
Porque ya no te tengo no sé si alzar la mirada o encerrarme en mis adentros.
Tu ausencia se hace eterna y aún así tu voz suena en mis oídos y me parece ver como paseas ante mí, como me susurras palabras de aliento, como alivias mi alma cuando se siente atormentada.
Porque ya no te tengo lo insignificante se transforma en desmedido, lo fugaz es perpetuo y el desconsuelo insufrible.
Pero vivirás en mi memoria para siempre y aunque ya no te tengo, jamás te dejaré marchar del todo y me aferraré con fuerza a aquello que evoque tu presencia.
Intentaré sentir tu aliento junto a mí, y no dejaré que tu olor se desvanezca, recordaré cada momento nuestro, cada gesto y cada palabra.
Porque ya no te tengo retendré tus recuerdos durante toda mi vida y éso nadie podrá arrebatármelo.