Creen que ya no sirven para nada, que solo molestan, que ya hicieron todo lo que debían y solo les queda esperar el final.
Ellos, que nos dieron su amor y entrega sin condiciones, la luz en la oscuridad, y que ahora nos necesitan como le necesitábamos nosotros.
Es curiosa la vida, como nos da la vuelta.
Indefensos, necesitados de amor y cuidados, como cuando eran niños, como cuando lo fuimos nosotros.
No abandonemos a nuestros mayores, tan necesarios en la vida como ella misma. Adoremos a aquellos por los que existimos. Y cuando se vayan apagando, demos gracias por haberles tenido junto a nosotros hasta el final, y pensemos que ese final es sólo un principio.
A todos los que están y a los que nos abandonaron, gracias por existir, gracias por haber existido,gracias por darme la vida.