martes, 1 de enero de 2019

Mi nido vacío




La casa suena a silencio, a soledad. 

Un sentimiento extraño y nuevo invade la vida de los que nos hemos quedado aquí, esperando el día en el que volváis.

Ahora que os habéis marchado me arrepiento de tantas cosas...pienso por que no he sabido vivir más cerca de vosotros cuando os tenía junto a mí.

En un principio fue mi trabajo, luego mis tareas y distracciones y entonces me invade un terrible sentimiento de tristeza al pensar como no he dedicado más tiempo a regocijarme en vuestras risas, abrazaros miles de veces y deciros cada día cuánto os quiero.

Ahora que no estáis hecho tanto de menos vuestras voces, vuestro olor.

Y es que ésta no es mi vida, porque el centro de ella habéis sido vosotros, porque no sé de qué hablar ni en qué pensar desde que no estáis.

Las habitaciones no suenan a nada, no tienen vida,  y entonces entro y me siento en vuestra cama y me vienen miles de recuerdos y luego cierro la puerta para creer que seguís allí.

Ahora que no estáis creo que aún no es tarde para deciros cuánto 
os quiero, que sois el centro de mi universo, que no podría vivir sin saber que en cualquier momento volveré a oíros y abrazaros y aunque solo sea por un día todo volverá a ser como antes.