miércoles, 16 de enero de 2019

Quizás algún día...








No hay nada que ocupe mi vida más que pensar en cómo la 

distancia nos marcó otro rumbo, y el viento nos llevó hacia lugares


desconocidos que no tenían nada que ver con lo que habíamos sido.


La malvada vida se expresó como quiso y consiguió separar dos corazones que habían estado fundidos.


Y entonces ocurrió que nada ni nadie pudo impedir que se derramara la nostalgia,  que no encontrara camino a seguir que me llevara a reencontrarnos de nuevo.


Busqué y lloré maldiciendo aquél momento en el que mi corazón quedó detenido y atrapado en un tiempo que no quería volver.


Pero entonces creí que un mañana te arrastraría como corriente de río hacia el refugio que un día nos acogió, entonces quizás fluirías como agua  embravecida dejándote llevar de nuevo hacia mí y volvería a brotar aquel amor abandonado.