lunes, 14 de enero de 2019

Ya no te acuerdas...


Ya no te acuerdas de aquel banco en la Alameda donde un primer beso bajo aquél almendro, testigo de amores y desengaños,  hizo que nuestras manos entrelazadas temblaran.
Ya no recuerdas aquella playa donde sobre la arena nos sentábamos para ver atardecer y ya sin apenas luz, nos fundíamos en un abrazo prometiéndonos amor eterno.
De cómo pasaban los días y los años sin poder desprendernos el uno del otro, sintiendo que éramos sólo uno, que nada ni nadie nos podría separar.
Pero la distancia lo cambió todo. Tu amor dejó de serlo para convertirse en una huida sin sentido a la que te llevó la cobardía. No hubo explicación, ni enfrentamiento, ni palabras ni consuelo. 
Sólo una soledad repentina...aquella que te hunde hasta lo más hondo y hace que tus ojos se nublen y todo tu ser se convierta en puro y amargo dolor.
Aquel rincón, aquella esquina, aquel banco...ya no te acuerdas.
Maldita distancia, maldito amor, maldito olvido....